28/6/09

"Urgencia de mismidad" o "apreciación de la diferencia"


(Extracto)

Por Michael White

Las parejas suelen recurrir a la terapia por una serie de razones. Frecuentemente, los problemas representan dificultades que los miembros de la pareja tienen que aceptar, además de apreciar el hecho de que la percepción y experiencias en relación a eventos de la realidad son distintas a las suyas propias. Esta dificultad aparece cuando ellos creen firmemente que su enfoque de la realidad y de los hechos es el correcto y que están, de algún modo, dotados de mayor capacidad para ser objetivos, eludiendo –por alguna inexplicable razón– al otro miembro. Esta férrea creencia induce en ellos un incontrolable entusiasmo y la necesidad de que los demás compartan su mundo tal cual ellos lo perciben, como una "urgencia de mismidad". Sostienen la teoría de que la solución a las dificultades comunes en la relación requiere que el otro suscriba a la misma verdad. Esta teoría conduce a determinadas estrategias, que ellos consideran absolutamente justificables, tendientes a persuadir al otro de que necesita recuperar su sentido.



"Urgencia de mismidad"

Al experimentar uno de los miembros de la pareja una intensa "urgencia de mismidad", el resultado suele ser la separación o la exitosa subyugación del otro. Si la subyugación del miembro B tiene lugar, el miembro A se apodera de las percepciones y experiencias de la realidad del miembro subyugado. Esta desvalorización del miembro B lo tornará vulnerable, depresivo y propenso a la medicación.

Llegado este punto, el miembro B puede ser incluso depositario o blanco de abuso físico, pues el miembro A se siente con derecho al castigo corporal para mantener al miembro B en la senda correcta. (En estas circunstancias, el miembro A es generalmente hombre). El miembro A está convencido de su derecho a sentirse enojado.

Pero si ambos miembros de la pareja experimentan esta "urgencia de mismidad" simultáneamente, el resultado es distinto. Se establece una relación simétrica o competitiva en la cual las dos partes involucradas aplican su energía y creatividad a fin de establecer indiscutibles pruebas de que el otro está equivocado.

Al abrirse nuevas brechas de significados y experiencia en disputa, los integrantes de la dupla van "intoxicándose" de enojo con el concomitante derecho que cada uno siente en relación a ello. Esta confrontación va en sentido de espiral ascendente.



"Visión binocular"

Sin embargo, cualquiera sea el caso a considerar, cuando los miembros de una relación son incapaces o no tienen la voluntad de posponer su creencia de que ellos tienen acceso a la única verdad, no hay bases posibles para establecer "sensibilidad" o "contacto" en la relación. Estar en contacto no implica estar de acuerdo, pero requiere cierto grado de permeabilidad de los miembros de la relación a las percepciones y experiencias del otro. En estas condiciones, los involucrados pueden comparar y contrastar dos descripciones –fruto de dos modos distintos de percibir los hechos.

Esta doble descripción permite dibujar nuevas distinciones que, a su vez, suscitarán nuevas respuestas. Cuando los miembros logran afiatar el mecanismo de esta doble descripción tiene a su alcance una profunda percepción de la relación, lo que les permite ahondar en la sensibilidad.

Trabajando con parejas suelo titular esta percepción profunda como visión binocular (siguiendo a Bateson) argumentando que ella –la visión binocular– es por sí misma la mayor fuente de cambio en las relaciones. También insisto en que la renegociación emana, bastante espontáneamente, de la visión binocular, de una profunda apreciación de la diferencia.

Existen muchos caminos para abordar esta visión binocular. A través de los años, he desarrollado la práctica de un ejercicio eficaz, sobre todo en casos donde la relación de pareja ha sufrido un largo período de insensibilidad. Este ejercicio requiere que las dos partes obtengan una segunda descripción de hechos o problemas en su relación y lo he llamado "las tres O". No debe ser confundido con el de las tres O del control del dolor.


Traducción de la Lic. Sabrina Helou

Bibliografía

Bateson, G., 1980, Espíritu y Naturaleza, Amorrort u Editores.

White, M.m 1986, The Conjoint Therapy of men who are violent and the women with whom they’ live, Dulwich Centre Newsletter, Spring.

White, M., 1986, Negative explanation, Restraint, and double description: A template for family therapy, Family process, 25:2.

Notas

(Agradecemos a INTERFAS la gentileza de facilitarnos este material).

El doctor Michael White realizó un taller teórico-práctico ("Nuevas descripciones: la externalización de los problemas y sus contextos") en Buenos Aires, el 15 y 16 de abril del corriente año, auspiciado científicamente por la doctora Dora Schnitman, directora de INTERFAS.

Fuente: http://www.redsistemica.com.ar/articulo1-1.htm
Referencia original: White, M.(1986/87)‘Practice notes: Couple therapy: “Urgency for sameness” or “Appreciation of difference”.’Dulwich Centre Newsletter, Summer, pp.11-13.